"Yo era dirigente social y estaba acostumbrado a recorrer caminando mi sector -Villa Dulce Norte y Miraflores- a subir cerros, y la verdad es que yo no había tenido ningún síntoma de infarto ni nada, porque yo nunca había ido al hospital, pero después que tuve COVID, me encontraron dos arterias tapadas y estaba desarrollando un infarto, me operaron de urgencia, y luego me derivaron a la Fundación Dr. Kaplan, y acá es un lugar maravilloso porque te atienden muy bien, como si estuvieras en un centro particular, los terapeutas son muy amables, buenas personas, te hacen sentir cómodo, y hoy, con todas las terapias que he tenido en la Fundación Kaplan, me siento cada día mejor, y doy gracias a Dios por haber llegado aquí".